El embarazo es una etapa maravillosa en la vida de las mujeres. La naturaleza se abre camino engendrando a un ser partido de la nada. Eso sí, es un proceso muy delicado de necesita de todo tipo de cuidados. Hoy vamos a hablar de los beneficios de la fisioterapia en el embarazo y posparto, así, como de la importancia de la recuperación del suelo pélvico.
Beneficios de la fisioterapia en el embarazo
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta una serie de cambios tanto fisiológicos como estructurales que la fisioterapia puede ayudar a regular para que no se produzcan compensaciones y el cuerpo de la mujer sufra en exceso. Estos cambios incluyen además del aumento de peso, la expansión del útero y la relajación de los ligamentos y músculos pélvicos, el aumento de curvaturas, variación del centro de gravedad, hipersolicitación de grupos musculares e inhibición de otros y torsiones fisiológicas.
La fisioterapia puede ser el refugio que el cuerpo necesita para paliar todos estos efectos y prevenir futuras complicaciones o alteraciones; no sólo en el parto, sino también en el futuro más inmediato como el dolor de espalda o la incontinencia urinaria.
Una de las técnicas que ofrece más resultados de la fisioterapia en el embarazo son los ejercicios de Kegel, una serie de ejercicios sencillos que favorecen el control intestinal y de la vejiga.
Estos ejercicios también fortalecen los órganos pélvicos para evitar que se produzcan prolapsos durante el embarazo. Si sientes curiosidad por si son buenos los ejercicios Kegel en el embarazo, así como errores comunes en sus prácticas y otros tratamientos, te recomendamos ver entradas anteriores de este blog donde lo tratamos en profundidad.
Aunque los ejercicios más conocidos son los de Kegel, y su efectividad está comprobada para el mantenimiento de suelo pélvico, durante el embarazo es necesario trabajar el cuerpo en su globalidad. Asi, vamos a foltalecer la musculatura que vamos a necesitar tanto en la propia gestación como en el postparto ya que vamos a tener que coger a un bebé que aumentará de peso cada semana y que nos podrá el cuerpo a prueba con posturas sostenidas en el tiempo.
Preparación al parto
Más allá del fortalecimiento del suelo pélvico que ya hemos tratado, la fisioterapia en el embarazo también será útil para reducir la presión en el área pélvica y la preparación para las contracciones gracias a ejercicios relacionados con la mejora de la postura.
Es necesario dar apertura a grupos musculares que nos cierran y fuerza a los grupos musculares que nos sostengan. Así, la pelvis tendrá la movilidad y libertad que necesita para mantener una vía de paso libre para el feto durante el proceso de parto.
Al mismo tiempo, un fisioterapeuta te puede enseñar ciertas técnicas de respiración enfocadas a la relajación. Así, evitarás tanto la ansiedad en el proceso como el dolor durante el parto, teniendo un control total sobre los latigazos de las contracciones y cómo los doma tu cuerpo.
Por último, otra de las etapas en las que te puede ayudar la fisioterapia en el embarazo es la lactancia. La parte de la población no especializada no suele saber que esto se puede llevar a cabo y es una gran herramienta para las embarazadas. Un fisioterapeuta enseña ejercicios que fortalece los músculos del pecho, mejorando la postura durante la lactancia y previniendo dolores o deformaciones durante dicha fase.
Recuperación posparto
Tras haber pasado el proceso de gestación del feto durante el embarazo y el propio parto, los diferentes tejidos, músculos y articulaciones colindantes se ven afectadas por el estiramiento y la sobre-extensión en sus formas, perdiendo la tensión necesaria para mantenerse en su sitio.
Al margen del suelo pélvico, que trataremos en profundidad un poco más adelante, las contracturas musculares, dolores articulares o molestias cervicales son padecimientos prácticamente inevitables. Al mismo tiempo, con el fin de disipar las tensiones musculares y evadirte de los nueve meses en los que todo cambió, tampoco es mala recomendación un masaje relajante en la zona baja del útero o en las zonas afectadas.
Gracias a una buena fisioterapia en el embarazo y el posparto podemos lograr acortar plazos en la recuperación, paliar los dolores de espalda y controlar los problemas urinarios.
Recuperación del suelo pélvico
Sin duda, el suelo pélvico es la zona más afectada por el embarazo y el parto. La fisioterapia del suelo pélvico es una forma segura y efectiva de ayudar a las mujeres a recuperarse después del parto, mejorando su calidad de vida y bienestar. También es importante que las mujeres que experimentan síntomas de disfunción del suelo pélvico busquen tratamiento temprano. Empezar a trabajar antes puede ser más efectivo y reducir la necesidad de tratamientos más agresivos en el futuro.
Ejercicios para el suelo pélvico
En este punto del proceso, las técnicas de fisioterapia que más recomendamos por su eficacia en el fortalecimiento y recuperación del suelo pélvico y sus zonas cercanas son:
- La gimnasia abdominal hipopresiva que, mediante ejercicios y respiraciones, tonifican el abdomen para que recupere su firmeza natural. Ésta, forma parte de la reeducación, pero no todas las personas pueden y deben hacerlos. La valoración del comportamiento del abdomen es necesaria para poder prescribirlos y realizar un tratamiento conjunto que incluya hipopresivos (si se puede), pero también otra clase de ejercicios.
- La radiofrecuencia Indiba, que es un tratamiento totalmente indoloro que, a partir de ondas de baja frecuencia, reactiva la circulación sanguínea aumentando la temperatura corporal. No dudes en combinar esta técnica con otros tipos de ejercicios, es un gran principal y un gran complemento.
- La estimulación muscular eléctrica (EMS) es un tratamiento muy eficaz para luchar contra la incontinencia urinaria o fecal. Esta técnica utiliza electroestimulación sobre el suelo pélvico para contraer el músculo al que se aplique, forzando así que trabaje y recupere su forma.
- Con los tratamientos propios del Biofeedback el fisioterapeuta puede controlar y modificar los ejercicios musculares para que el paciente los efectúe apropiadamente. Los datos sobre el comportamiento muscular del paciente se obtienen de una serie de electrodos aplicados en la zona que se quiera medir.
- Dando un paso más allá, una técnica más invasiva es el uso del láser. Este trabajo estimula el riego sanguíneo y la producción de colágeno en la mucosa vaginal.
En nuestro blog tienes un artículo en el que se trata con detalle los beneficios de la fisioterapia del suelo pélvico por si quieres ampliar la información.
Recomendaciones para el embarazo y el posparto
Al margen de las recomendaciones y los tratamientos más fieles a los trabajos fisioterapéuticos, también queremos ponerle la guinda a este artículo con una serie de consejos para llevar mejor tu embarazo, parto y posparto:
- Oblígate a salir a andar. Durante el embarazo es muy importante mantenerse activa y evitar en medida de lo posible la vida sedentaria. Durante las primeras semanas es más fácil, pero la fuerza de voluntad debe quedar por encima según avanzan las semanas. Te cansarás antes y los paseos serán más cortos, no pasa nada, no buscamos una medalla olímpica. Lo que se busca es moverse, hasta donde puedas.
- Hazte con una pelota suiza (o balón de Pilates). Es una grandísima herramienta en todas las etapas. Por un lado; ejercitarse con una pelota suiza durante el embarazo fortalece músculos y abdomen, durante el parto, abre la pelvis y eso coloca mejor a tu bebé y reduce el dolor de las contracciones y, en el posparto, no solo se convierte en un asiento cómodo, sino que tonifica para ir recuperando la forma.
- Sobre todo para las primerizas, cuyos pródromos de parto aparecen mucho antes de que realmente comiencen las contracciones, los baños calientes paliarán los dolores.
- En los primeros días posparto, es importante la hidratación de las cicatrices para regenerar el tejido afectado. Aceite rosa de mosqueta o de almendras o cremas con mucha vitamina E suelen tener grandes resultados. Aunque hay que tener cuidado y respetar los tiempos de cicatrización.
- Tu nuevo bebé te necesita, pero te necesita al 100% porque es totalmente dependiente. Por eso, aunque sabemos que el instinto maternal nos lo complica muchas veces, delega. Busca apoyo en tus familiares, pareja o alguien de extrema confianza para que puedas descansar bien, recuperar horas de sueño y deshacerte de la fatiga.
- Retomando la primera recomendación, posparto, después de las seis semanas de cuarentena, sigue obligándote a salir a andar. De hecho, serán tus primeros pasos (nunca mejor dicho) para volver a hacer deporte poco a poco. Cada día vas andando un poco más, después más rápido y, finalmente, puedes probar a trotar, aunque no se recomienda hacerlo hasta pasado un año (a no ser que te dediques profesionalmente a ello y te preparen a conciencia).
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